S.O.S.

Al salir del gimnasio (acompañada de mi (vacacional) Baubita, oimos un maullido desesperado que venía literalmente del interior de un Wolkswagen Golf reluciente. Yo pensé: que es, publicidad subliminal para que miremos el coche y nos muramos de envidia?? que estupidez!, porque era lo más evidente: un gato dentro de un motor.
Ella y yo, desesperadas y adoradoras confesas (y praticantes) de los gatos, nos arrodillamos, le llamamos...pero ese esfuerzo fue en vano. La gente nos miraba como pensando: vaya par de frikis, no les llegará con el gimnasio que se ponen a arrodillarse y a hacer gestos raros?? Al final, quisimos salvar la vida del animalito con una nota: HOLA, CREO QUE TIENES UN GATO EN EL MOTOR.
Algo es algo...con lo bien que estaría el minino en mi casita ronroneando los dos...grrrrrrrrrrrrr