Friday, September 22, 2006
Thursday, September 21, 2006
Buscando en el baúl de los recuerdos...
Odio limpiar el correo electrónico, sobre todo el del trabajo, que cada día está más invadido de notas de prensa, comunicados de Anxo Quintana opinando sobre lo humano y lo divino y últimas novedades de todas las discográficas del planeta. Enviando a la papelera de reciclaje compulsivamente, llegué a mis últimos mensajes de los 700 y pico que tenía guardados. Allí encontré un mail de N. de febrero del 2004 (¡xa choveu!) con unas fotos de cierto cumpleaños en el que yo no acabé muy bien parada. Luego, con unos retoques de este artista, quedó así como la veis. Me encanta bucear en el baúl de los recuerdos...y encontrar mails de este tipo...sobre todo tuyos.
Monday, September 18, 2006
Canciones para el tiempo y la distancia
Sábado. 23.45 horas. Mi primera noche en Lalín.Mezclado con los gritos televisivos de Andrés Montes y Julio Salinas desde Riazor, escucho una voz aún más familiar. Iván ferreiro tocando en la calle y tú y yo sin enterarnos. Bajamos corriendo y al doblar la esquina nos encontramos con sus canciones para el tiempo y la distancia y descubrimos su nuevo disco, Las siete y media, descarnado, brutal y tierno a partes iguales...Ferreiro en estado puro. Me encantan las casualidades.
Friday, September 15, 2006
Sueños interruptus
Yo nunca practico el deporte nacional, es decir, la siesta. Soy incapaz de cerrar los ojos después de comer, y si lo hago, me quedo sumida en un estado de atontamiento del que difícilmente me recupero a lo largo del día. Pero siempre hay una excepción, un lugar donde nunca falla la cabezadita y una agradable sensación de modorro que me invade todo el cuerpo: el tren. Hoy volví a experimentar ese estado onírico medio real medio imaginario acompañado del traquetreo del vagón pero siempre frustrado por el mismo factor: el revisor. Oyes su click, click en la lejanía, y como un resorte, te incorporas y sufres del frustrante "sueños interruptus"...
Friday, September 08, 2006
Princesas de barrio
Es una princesa de barrio,triste, cautiva entre las cuatro paredes de un ultramarinos, donde trabaja de cajera. Vive absorta en sus pensamientos y sólo rompe su ostracismo para informarte del precio final entre dientes, como un susurro. Hoy la ví fumando un cigarrillo fuera de su habitáculo, donde pasa mañanas, tardes y noches que son siempre iguales. Como en un pequeño acto de rebeldía, echaba el humo despacio, como prolongando este éxtasis exterior, mientras miraba los coches pasar. Entonces soñó con colarse en uno y conducir lejos, muy lejos, para huir de su palacio en forma de Spar. Para no volver a decirme a cuanto va el kilo de patatas.
Monday, September 04, 2006
Xa somos Cen
Ayer no pude ir. Yo, que estuve en momentos felices y terribles, como aquel fatídico penalti de Djukic, me perdí el homenaje a todos esos hombres que nos dieron tantas tardes para recordar: el SuperDepor y sus antecesores. Vale, si, solo es un partido de fútbol, pero para mi va mucho más allá: el Depor cumple cien años pero mis 29 también se pueden contar en blanquiazul. Y me puse triste cuando vi a Bebeto con canas y arrugas, y a otros calvos y con barrigas superlativas...el tiempo pasa y con un tic, tac inexorable, me di cuenta que cuando esos jugadores reinaban yo acababa de entrar en el instituto y ahora ya hace trece anos de ello.
Recuerdo cuando era pequeña, y paseaba con mi padre de la mano, y él, como siempre, pegado al transistor me dijo: nena, hoy si no ganamos descendemos a Segunda B y el Depor desaparece. Y entonces llegó el salvador, Vicente, ayer casi un vejete en el césped de Riazor, y marcó un gol heroico en el minuto 93 que nos mantenía en Segunda.
También me viene en la cabeza cuando estaba cenando en la cocina con mi hermana, aún bebé, y entró mi padre hecho una furia y rompió en mil pedazos el carnet de socio por un ascenso (¡uno de tantos!) frustrado. Aún se lamenta hoy en día de esa "arroutada" que le costó subir el número de afiliado, porque sino sería uno de los míticos.
Luego, yo me incorporé al graderío en general, llena de jubilados y niños, con muchas penas y muy pocas alegrías, hasta que ascendimos una tarde en la que yo tenía anginas y no pude estar presente. Pero grité igual.
El Depor crecía, y yo con ellos, y cuando gritamos ¡Barca, Madrid, ya estamos aquí!, yo me caí literalmente encima del chico que me gustaba y sentí el corazón latir como nunca antes me había pasado....
Y así podría seguir contando mi vida, con títulos, amarguras, lágrimas y sonrisas...por eso ayer, cuando vi en la televisión ese encuentro de homenaje, vi mi vida pasar por delante de la pantalla...con camiseta blanquiazul.